Uno

Hoy ha sido uno de los días más estresantes que hemos tenido. Como siempre, al final quedan muchos flecos que retocar y no quieres que se te quede nada en el tintero.

En una ciudad en la que dependes del coche y que puede que cada uno tenga planes distintos y formas de organizarse distintas, es un poco complicado llegar a todo. Pero más o menos ha ido todo como la seda y nos hemos podido organizar.

Por la mañana he hecho una de las visitas que quería hacer desde antes de que llegara a Los Ángeles. He ido a la escuela de Lee Strasberg, he estado hablando con la jefa de estudios y viendo las posibilidades de entrar. Puede que sea complicado porque es difícil de compaginar con unas prácticas que es lo que espero que a finales de Junio pueda venir a hacer. No sé que pasará pero la verdad es que tenía muy buena pinta.

Por tentar al destino y ver si se repetía lo que nos había ocurrido en ocasiones anteriores, hemos vuelto a cenar al The Grove. José estaba allí porque asistió al Screening de “Watchmen” y yo tenía otro “Sunshine Cleaning” pero como no me daba tiempo a hacer los recados tuve que dejarlo. Tras una buena cena de despedida, vimos que no sé cumplió el azar que nos había acompañado y esta vez, no coincidimos con ningún famosete.

Como está claro que esta ciudad se merece un bis, hoy ha sido un día de “hasta pronto” en vez de “adiós” pero esto no ha evitado que nos quedemos con una sensación extraña. Las despedidas siempre son raras, todos lo sabemos, pero si estas un periodo corto de tiempo, vas con el chip de vacaciones y todo es diferente. Pero en este caso, al estar un mes y venir a trabajar, a aprender y a intentar sacar proyectos adelante, creo que la vuelta a casa va a ser extraña.